En Astrología védica, Rahu y Ketu, los nodos lunares, son elementos muy importantes para la determinación del destino kármico de una persona. Puedes encontrar información sobre sus características principales en “Planetas y su significado en Astrología védica”. Como el tema es muy amplio y complejo, en este artículo me limitaré a contarte en líneas generales la vinculación de los nodos y formas de interpretación del destino kármico.
Por si no lo sabías, los nodos lunares no se corresponden con objetos celestes reales ya que son los puntos matemáticos en donde se producen los eclipses de Sol y de Luna. Por tanto, al no ser reales han tenido un carácter más bien esotérico y no han sido muy considerados o por lo menos en su debida profundidad.
En cambio, para la Astrología védica, donde no olvides se cree en el karma y las leyes que lo gobiernan, los nodos lunares son muy importantes. Tienen la consideración de planetas, calificándolos como “planetas sombra”; tienen nombre propio, se les denomina Rahu y Ketu y hay una leyenda o mitología detrás de sus figuras que puedes leer en el articulo sobre el Kalsarpa Yoga, una disposición especial que generan en algunas cartas astrológicas.
Esa importancia, por ser la Astrología védica una astrología kármica, se fundamenta en que a través de ellos se establece tu destino kármico. Conectan el karma procedente de vidas anteriores con el de esta vida; como se manifiesta, su evolución y la preparación o expresión en vidas futuras de ese karma.
Para que te hagas una idea, los nodos crean como una especie de “tubo kármico” que conecta el pasado con el futuro pudiendo así analizarse tu destino kármico. Un puente entre tu encarnación o vida anterior, esta y la futura. De hecho, los dos están alineados 180 grados y en oposición en una carta natal. Lógicamente, en todo esto tienes que tener presente también un concepto muy importante tanto en la filosofía vedanta como en el Budismo e Hinduismo y por supuesto en Astrología védica: el fenómeno de la trasmigración y reencarnación del Atman, de la mente, del continuo mental, de la consciencia, del alma, como lo quieras llamar.
A modo de regla elemental y simple, Ketu, el nodo sur, habla de tu karma en vidas pasadas, de la energía procedente de ellas que se manifiesta en esta otra, mientras que con Rahu, el nodo norte, conoces la manera con la que ese karma se hace presente en esta encarnación, como lo tienes que trabajar para redimirlo y purificarlo.
Por tanto, sabiendo sus ubicaciones y áreas de influencia en tu carta natal, se puede establecer tu destino kármico en general. Esto no significa que sepas de forma completa como va a ser toda tu vida. Sería demasiado simple y sencillo, algo que no es precisamente lo que caracteriza a la Naturaleza. Para ello habría que hacer un análisis conjunto de toda la carta natal, con los otros planetas y sus influencias; pero sí tendrás una información muy valiosa de las líneas o tendencias generales, el destino kármico que te guiará durante tu vida presente y te va a preparar a la futura.
Son diferentes los factores que se tienen en cuenta en el análisis. Cada signo, por ejemplo, está relacionado con uno de los cuatro elementos de los cinco o Panchamahaboots que constituyen la Naturaleza: fuego (Agni), aire (Vayu), agua (Jala), tierra (Pritvi), vacío o éter (Aakash). Si tu nodo norte, Rahu, se encuentra en un signo de fuego como Aries y el sur, Ketu, está en Libra, se puede decir que el flujo de tu destino kármico se mueve desde cualidades que tenías en tu vida anterior relacionadas con el aire (comunicación, conocimiento, intelectualidad, etc.) a cualidades de fuego en esta vida (energía, dinamismo, agresividad, coraje,…).
Otra aproximación a este conocimiento es saber que cada uno de los nodos crean también una red de áreas de influencia directa a 120 grados entre ellas y, por supuesto, indirectas en toda tu carta. A partir de ahí si Rahu, el nodo norte, está en una de tus casas 1-5-9, el destino kármico que crea la energía de vidas anteriores es el de un crecimiento intelectual y creativo, planificador y un desarrollo filosófico y de conocimiento.
Si Rahu está en las casas 2-6-10, el destino kármico está relacionado con el soporte material, el crecimiento económico, los negocios y las finanzas.
Si Rahu está en las casas 3-7-11, el destino kármico se relaciona con la búsqueda de la Paz, la armonía, la protección social.
Si Rahu está en las casas 4-8-12, el destino kármico se relaciona con el aprendizaje en la búsqueda del equilibrio.
Para conocer tu destino kármico con más de detalle, una vez que sabes los signos y casas en donde están situados Rahu y Ketu en tu carta natal, tienes que estudiar con profundidad su presencia en estas posiciones. El siguiente paso es conocer los “controladores kármicos”, que son los planetas rectores de los signos en donde se sitúan los nodos y ver la relación que hay entre estos dos planetas, Rahu y Ketu. Por último, se hace necesario analizar las influencias que tienen con los demás planetas en la carta natal así como las áreas de manifestación de ese destino kármico, que son inicialmente las casas y signos situados entre sí a 120 grados (ej. 1-5-9).
Por ejemplo, en la carta de Mahatma Gandhi que te mostré para hablarte de la carta natal, Rahu (Ra) se sitúa a 13:39 en Cáncer (Can), casa 10 y Ketu (Ke) a 13:39 en Capricornio (Cap) casa 4. Los planetas que gobiernan estos signos son la Luna (Lu) y Saturno (Sa) respectivamente que se sitúan, en casa 10 y 2 respectivamente.
De una forma muy resumida, este posicionamiento de los nodos indica una vida anterior difícil y con situaciones de confinamiento severo, sin ideales claros, a merced de los acontecimientos y sin estabilidad familiar y social, desdeñando el legado de los ancestros y sin mucha capacidad empática. Algo que el destino kármico en esta vida le hizo tener que trabajar a base de crear una idea de familia, sociedad, compromiso y libertad, en este caso con la nación India, sostenida en el respeto y preservación de las tradiciones y cultura propias y con una gran habilidad para manejar las emociones y los sentimientos. Desde lo profundo de la casa 4 hasta el cenit representado por la 10, desarrolló un fuerte despliegue externo que le llevó hacia el éxito y con toda su energía en la puesta en práctica de sus ideas basadas en última instancia en la conexión individuo-familia-comunidad-nación. La presencia de la Luna como “controlador kármico” en conjunción, en la misma casa que el nodo norte, Rahu, y con un extraordinario poder por estar además en el signo Cáncer que gobierna, indica que en esta vida se convirtió en dueño de su destino kármico y supo manejarlo y entenderlo. En otras ocasiones no sucede así y puedes estar a merced de como soplen los vientos kármicos.
Algo también importante a través del estudio de los ciclos temporales que configuran las etapas de tu vida o Dashas es que cuando surgen los periodos gobernados por los nodos lunares, entras en un tiempo donde determinados karmas fructificarán de forma especial e intensa para ser trabajados.
Muy importante a tener en cuenta es que todo lo relacionado con el destino kármico, la manifestación de tu karma y por tanto cómo es tu vida actual, es un tema increíblemente complejo y amplio que necesita finalmente de todos los elementos astrológicos para su análisis.
Por último, un error que debo aclarar en relación con algunas consultas que me han hecho, es que si tu nodo norte, Rahu, está situado por ejemplo en Piscis, esto no significa que en tu próxima reencarnación, tu ascendente, lo que define tu personalidad y a partir del cual se articula toda la carta natal vaya a ser Piscis, y viceversa para Ketu y la vida anterior; nuevamente eso sería una visión demasiado simplista y limitada.
El camino que nos asusta es el correcto,