En un artículo anterior titulado Nuevo ciclo en 2020 según la Astrología védica te hablo de los cambios que se van a producir, se están produciendo en este año 2020 y su relación con acontecimientos astrológicos.
Del 24 de febrero al 28 de mayo se ha mantenido en los cielos una configuración planetaria muy importante y en este caso maléfica: el Kalsarpa Yoga, que se produce cuando todos los planetas quedan atrapados por “la serpiente cósmica” o entre Rahu (la cabeza) y Ketu (la cola). Algo cuyos efectos desgraciadamente hemos podido comprobar a nivel global y a nivel individual.
En Astrología occidental Rahu y Ketu son los nodos lunares; en Astrología védica son dos elementos astrológicos singulares a los que se les llama “planetas sombra” pues no tienen masa o existencia física. Rahu, el nodo norte, crea interés por lo mundano, nos mantiene en el Samsara, indica como se expresa el karma y la lección a aprender en esta vida. Ketu, el nodo sur, muestra las experiencias pasadas, la conexión con lo espiritual, la desconexión.
A través de Rahu y Ketu se manifiesta la relación entre pasado y presente, las experiencias, el conocimiento, la sabiduría adquirida previamente que condiciona y dirige esta vida. La dualidad de Rahu y Ketu nos mantiene bajo la Maya, la ilusión, el engaño, la contradicción, bajo la presencia de la sombra y las fuerzas kármicas generadas y provenientes del pasado que se expresan ahora.
Este año es de grandes cambios, los planetas lentos cambian de signo; en mayo hemos salido del Kalsarpa Yoga y la segunda mitad de 2020 va a estar marcada primero por el cambio de signo el 20 de septiembre de Rahu y Ketu, junto con el inicio del movimiento normal de Júpiter (13 septiembre) y Saturno (29 septiembre) hasta llegar al punto de conjunción exacta el 21 de diciembre.
Los dos planetas más lentos en la Astrología védica (Júpiter y Saturno) iniciaron su movimiento retrógrado o inverso en torno al 11 de mayo y permanecerán así hasta mediados de septiembre. Durante este tiempo sus energías permanecen en el plano sutil y por tanto no perceptibles para la gran mayoría a no ser que tengamos una sensibilidad importante para ello. Pero los dos están ahí, creando en lo profundo las condiciones sobre las que se han de asentar los cambios que tendrán lugar a partir de septiembre, cuando Rahu-Ketu entren en Tauro-Escorpio, su movimiento se vuelva normal y se unan en Capricornio.
Júpiter y Saturno se vuelven a unir otra vez y ahora en Capricornio después de 59 años. Importante este detalle, pues el signo es un signo de tierra, gobernado por Saturno, en el que se encuentra como en su casa mientras Júpiter está totalmente como descolocado y por tanto con energía alterada.
Júpiter es considerado el gran planeta benéfico, indica suerte, optimismo, las creencias, la expansión, el crecimiento, la generosidad y nos muestra el camino de apertura y conocimiento; Saturno es el maléfico, establece restricciones, retrasos, límites, obstáculos, pesimismo, hace se expresen las impresiones kármicas para ser purificadas o expiadas, es el señor del tiempo y establece justicia y la ley de la causa y el efecto.
Son dos planetas opuestos y por tanto sus naturalezas entran en conflicto. Júpiter se va a ver influido negativamente por el represivo Saturno agudizado en Capricornio, signo que gobierna y donde se dice que Júpiter se encuentra debilitado.
En el movimiento de los planetas Saturno realiza un ciclo completo por todo el zodiaco cada 30 años mientras que Júpiter lo hace aproximadamente cada 12 años. La conjunción de estos dos planetas de movimiento lento para la Astrología védica es un acontecimiento muy importante.
Repasando la cronología,
- a final de marzo Júpiter entró en Capricornio donde ya se encontraba Saturno,
- a mediados de mayo iniciaron los dos el movimiento inverso o retrógrado actuando sus energías en el plano sutil,
- a final de junio Júpiter volverá a su signo Sagitario,
- en septiembre volverán a moverse en sentido normal,
- el 20 de noviembre, con la entrada de nuevo de Júpiter en Capricornio, se volverá a reproducir esta conjunción tan importante.
Si miramos en la historia reciente vemos que la última vez de esta unión fue en el año 2000, en el signo de Aries, gobernado por Marte y bajo el elemento fuego, lo que produjo un periodo de 20 años de cambios relacionados con acciones y actividades violentas, desde los atentados de las torres gemelas, la escalada bélica en todo el mundo, hasta la proliferación de atentados terroristas y diferentes guerras que han condicionado la economía, los miedos sociales y el devenir personal y colectivo de todo el mundo.
Si nos vamos más atrás en la historia, la última vez que, como ahora, se produjo en el signo de Capricornio esta conjunción fue entre 1960 y 1961 hace 59 años. En ese tiempo la situación de guerra fría entre USA y la antigua URSS tuvo un momento álgido con la famosa crisis de los misiles en Cuba, la amenaza de una guerra nuclear y con la decisión del presidente Kennedy de participar totalmente en la guerra del Vietnam, crearon el caldo de cultivo para el desarrollo del movimiento hippy culminando en el verano del 67, el pacifismo y la ecología. Gagarin se convirtió en el primer ser humano en orbitar la tierra, los Beatles iniciaron su andadura y tuvo lugar el concilio vaticano segundo, entre otras efemérides. Cambios que crearon una transformación a nivel social de gran importancia.
Capricornio (Makara), el cocodrilo, es un signo misterioso de impulsos cósmicos donde el macrocosmos y el microcosmos tienen su representación por igual. Representa el sacrificio del Hombre Cósmico, el Kalpurusha, en donde se trascienden los egos para que la consciencia individual pueda unirse a la consciencia cósmica, mediante la expiación y la purificación a través el sufrimiento y la pena.
Signo de tierra, está gobernado por Saturno, Marte está exaltado y Júpiter debilitado. Saturno debe destruir para que se pueda construir un nuevo orden. Sus atributos trabajan con las fuerzas en un plano profundo, transpersonal y definitivo, en el sentido de que como señor del tiempo los cambios no son provisionales.
Júpiter debilitado indica que la inercia, la tendencia general no es hacia una inclinación espiritual ni al desarrollo de rituales religiosos, hacia una comprensión y compasión hacia los demás seres vivos o nuestro planeta, sino a un poco sálvese quien pueda.
En la primera mitad de 2020 el Kalsarpa Yoga, junto con el paso de Marte por Capricornio han creado un escenario en el que la conjunción Saturno-Júpiter va a producir mucha transformación y convulsión a nivel social, un replanteamiento profundo de los sistemas sociales, las libertades y privacidades individuales. Los sistemas de gobierno y la democracia se verán alterados con un mayor autoritarismo, control sobre el individuo, mayores desequilibrios sociales, incremento de actitudes autoritarias y extremistas lo cual creará frustración e inconformismo.
Júpiter se encuentra en estado de debilidad de ahí que la energía conduzca también a dificultades en el funcionamiento de los países, una crisis importante de la economía y el principio de un cambio de polaridad mundial.
Por último, la palabra sánscrita para Capricornio es Makara cuya raíz es la misma que Maya, la ilusión, el engaño y también de Ma, que significa madre y está relacionada con el número cinco (5×2=10, el número de Capricornio), en concreto los cinco elementos de los que se compone el Universo y que implican la transformación.
Aunque es difícil porque la inercia no es hacia ello, por esa vinculación a la madre, a la Madre del Universo y como signo de tierra femenino, recomiendo la práctica del Bhakti Yoga, el yoga de la devoción, en este caso a la Madre Divina, a la energía femenina presente en el Universo.
Muchas gracias David por tus enseñanzas.
Haríh Om
A ti Namasté
Muy interesante todo lo que nos cuentas. Gracias por tu sabiduría, es Luz en el camino de sombras y oscuridad.
Muy interesante y me gusta mucho la forma en que se explica..
gracias