Cada uno de nosotros hemos nacido con un objetivo en la vida, con la finalidad de llevar a cabo una misión. La mayoría vamos por la vida sin saber cual es. No somos conscientes de la absoluta necesidad de la presencia de cada uno de nosotros y la función que desempeñamos aquí en el planeta por el simplemente echo de estar vivos.
Pero cuando nos damos que hay un objetivo en la vida, que no estamos aquí por casualidad, de este papel integral que tenemos en el desarrollo de un destino mayor, despertamos a nuestro más alto propósito en la vida. No hay mayor felicidad que darse cuenta de esto. Es un derecho de nacimiento el que cada ser humano encuentre las respuestas de por qué estamos aquí y lo que estamos destinados a aprender y lograr en esta vida.
El conocimiento de nuestro objetivo en la vida da dirección a nuestros pensamientos y acciones.
Proporciona esperanza en momentos de desesperación, da inspiración para hacer progresos contra todo pronóstico, nos hace humildes al saber que estamos aquí para darlo todo, no tomar nada y no dejar rastro cuando nos marchemos de esta vida.
Estamos educados en la creencia de que estamos solos en el Universo o que somos la única forma de vida inteligente que existe.
Desafortunadamente, muchos de nosotros no somos conscientes de que no estamos separados de los planetas y estrellas.
El Cosmos entero esta latiendo de vida. Las estrellas constantemente nacen y terminan su existencia. De ellas y sus ciclos proviene la fuente de luz que hace posible que fluya un perfecto ritmo en el tiempo y a través del espacio. Todo esta interconectado con las estrellas.
Los sabios de la antigua India percibieron en las profundidades de su conciencia meditativa de qué forma estamos conectados con ellas. Comprendieron de qué manera su luz y vibración son inherentes a todos los seres vivos y como sus diferentes frecuencias y energías representan las innumerables diferencias que aparecen expresadas en las dinámicas de la Naturaleza.
Describieron la conexión perfecta entre las cualidades de las estrellas que configuran el zodiaco al “girar” nuestro sistema solar (observándolo desde la Tierra) y el ciclo de la vida de cada mineral, planta, animal y ser humano. A nivel individual, en el momento y lugar exactos en donde nacemos surge una estrella o grupo estelar sobre el horizonte este. Esa constelación es la chispa que alienta nuestra vida, con la que nos vinculamos e identificamos, la que marca el objetivo en la vida.
Vibramos en la misma frecuencia y portamos su misma luz. Somos lo mismo que ella. Determina como nos mostramos en la vida, el tipo de pensamientos, emociones, preferencias, habilidades, talentos e incluso obstáculos, algo que se puede analizar en nuestro horóscopo, carta astral o natal. Los sabios que nos proporcionaron el sistema de la Astrología védica recogieron las características de todas estas estrellas y grupos estelares en los mitos que han sido heredados durante miles de años. Historias que a través de referencias simbólicas revelan las cualidades, naturaleza y destino de todo en lo que las estrellas influyen. Son “los mitos en los que vivimos”.
Desde esta perspectiva y a nivel general, nuestra historia de vida ha sido contada una y otra vez muchas veces. A través de esos mitos, de los famosos arquetipos. Nuestra lucha es que no somos conscientes de ello. Sin embargo, cuando conectamos de manera consciente con los temas que subyacen en todo lo que constituye nuestra vida, ganamos en poder personal. Entendemos que somos una parte de un todo en el que todo esta interconectado lo que nos permite encarnar nuestro objetivo en la vida más plenamente evitando así el sufrimiento cuando el dolor surge.
Comprendemos como todo encaja, incluido nosotros, en el orden sagrado del Universo. Se produce una autentica transformación, surge en nuestro interior la paz y la serenidad, cesa el sufrimiento, fluimos y dejamos fluir, vivimos de una forma más libre, en armonía, con mayor felicidad y con más contento.
El camino que nos asusta es el correcto,
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Me interesa saber más, enseñas astrología Vedanta?
Obviamente me gustaría mi propósito en esta encarnación. Gracias!