Karma es un concepto cada vez más utilizado en occidente en los últimos tiempos y con el que a menudo identificamos nuestra “buena” o “mala” suerte.
1. ¿Qué es?
Hablar de karma es hablar también de reencarnación, el proceso en el que la muerte física no es el final y “algo” que podemos llamar como alma, Atmán o mente no muere y, explicándolo de una manera muy simple dada su complejidad, abandona un cuerpo físico para volver a manifestarse en otro.
Podemos hablar de él pensando, por utilizar un ejemplo, que en nuestra transmigración o viaje a lo largo de las vidas pasadas, presente y futuras llevamos una mochila en la que vamos almacenando todos nuestros actos que se manifiestan en lo que pensamos, hacemos y decimos.
Está basado en el principio de causa y efecto y en las principales tradiciones espirituales y filosóficas en las que se recoge este concepto, budismo e hinduismo, el karma está compuesto y al mismo tiempo se genera con todos nuestros actos.
De forma incesante estamos generando pensamientos, hablando o realizando actividades, por lo que el karma es algo dinámico, cambiante y en constante transformación.
Puesto que además venimos de infinitas vidas anteriores y desde un tiempo sin principio, la complejidad del contenido que almacenamos en esa mochila es inmenso.
No es correcto decir que el karma son solo deudas que debemos pagar en esta vida y por tanto fuente de dolor. Disfrutar de una vida sana, en armonía o con bienestar también responde a una maduración en este caso positiva.
En un primer nivel el karma es de carácter individual. A consecuencia de este venimos a esta vida o nos reencarnamos en el seno de una familia con la que compartimos determinadas afinidades kármicas y que, junto con el resto de personas que la forman, constituye el karma familiar, estudiado en occidente a través del árbol genealógico o la Metagenealogía de Alejandro Jodorowsky. Al ir ampliando el círculo llegamos a un karma de comunidad, social, de ámbito geográfico, etc.
2. Algunas características de la ley del karma
La ley del karma o el principio de causa y efecto es una ley natural, propia de la Naturaleza. En Física aparece aplicada, por ejemplo, en una de las leyes de Newton con las que se resuelven muchos de los problemas de movimiento y llamada precisamente de “acción y reacción”.
Este principio de causa y efecto o ley del karma tiene unas reglas o características por las que se gobierna y a las que obedece, las más importantes son:
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Hay tres tipos de acciones: positivas, negativas y neutras.
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El karma no es transferible y los efectos de los actos realizados los experimenta quien los efectúa.
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Todas las acciones que realizamos o causas que generamos no desaparecen y quedan en nosotros como una semilla que puede germinar y madurar en esta vida o en futuras, dependiendo se den las condiciones para su desarrollo.
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Cualquier acto realizado va a generar un karma de la misma naturaleza que la causa; por ejemplo, matar lleva a matar.
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Cualquier acción que hayamos hecho tendrá un efecto que será igual en naturaleza pero multiplicado inmensamente.
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Todas las cosas tienen una naturaleza kármica.
De acuerdo a estas reglas, las acciones positivas que van a generar un karma positivo son aquellas basadas como mínimo en un compromiso ético individual. Como el de no matar, no robar, mentir, etc. Las negativas serían las contrarias y las neutras serían una mezcla de ambas.
3. Karma en la Astrología védica
Partiendo del karma individual y puesto que todas las cosas tienen naturaleza kármica, se puede decir que el Universo entero está compuesto y formado por el karma de todos los seres que lo habitan y evoluciona de acuerdo a este.
Basándonos en esta afirmación, la Astrología védica además de otras leyes como la de la interdependencia, no se concibe sin la ley del karma y es por tanto una astrología kármica.
Mediante la Astrología védica se determina qué semillas kármicas tanto positivas como negativas se van a desarrollar en la vida de una persona y cuando se producirá su maduración e incluso cuales pueden ser sus causas.
La venida al mundo o renacimiento de una persona, el lugar y momento, la asociación de ese nacimiento con una determinada estrella o asterismo, la posición de los distintos planetas, constelaciones y resto de objetos celestes, viene condicionada por el contenido de la mochila.
Períodos negativos de Saturno como el de Sade Sati, nos lleva a pensar que durante ese tiempo hay una lección kármica o una maduración de un karma negativo en las áreas de influencia del planeta como consecuencia de acciones derivadas del pasado.
La Astrología védica y el karma están entrelazados mediante la experiencia del viaje que la mente, el Atmán o el alma realiza a lo largo de las incontables vidas mediante el proceso de muerte y renacimiento.
En el fondo el karma somos nosotros mismos ya que todos nuestros actos configuran lo que somos.
El camino que nos asusta es el correcto.
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