La dieta yóguica es una alimentación que favorece la práctica del Yoga y de manera más profunda cualquier desarrollo de nuestro cuerpo, mente y espíritu. Está basada en el conocimiento milenario del Ayurveda, la medicina ancestral de la India y de las prácticas yóguicas. La dieta yóguica para mí está identificada con el vegetarianismo.
No solo nuestro cuerpo, sino nuestra mente y espíritu están íntimamente ligados a lo que comemos. Somos lo que comemos y cómo lo comemos, por lo que la dieta yóguica ejerce un efecto en nosotros de armonización de cuerpo, mente y espíritu.
Una historia cuenta que un sabio de la antigüedad le dijo a su hijo: “El alimento después de ser ingerido se divide en 3 partes, las más grandes se convierten en excrementos, las medianas se transforman en nuestra carne y las más finas en mente”.
También en uno de los Upanishad , textos sagrados ancestrales, se dice: “Mediante la pureza de los alimentos, nuestra naturaleza interior se va haciendo más pura, con la purificación de nuestra naturaleza interior nos acercamos al Ser…”
De acuerdo al Ayurveda, cuyo origen es el mismo del Yoga, los textos védicos, los alimentos para la dieta yóguica se pueden clasificar en tres tipos de acuerdo a sus cualidades o Gunas de las que están compuestos:
- Sátvicos
- Rajásicos
- Tamásicos
Cada uno de ellos representa una forma de energía. Vinculados también a los cinco elementos: agua, tierra, fuego, viento y éter o vacío. Cuando lo aplicamos en la dieta yóguica a los alimentos que ingerimos, estas energías entran en nuestro cuerpo y nos afectan de distintas maneras.
Los alimentos sátvicos mantienen la mente tranquila y en calma, preservan la salud y desarrollan vitalidad y fortaleza.
Los rajásicos despiertan la pasión, el deseo, el descontento, la agitación y un exceso de energía.
Los tamásicos, la pereza, el letargo, la inactividad, el enfado, la oscuridad y la inercia.
Los tres tipos de Gunas no solo se aplican a los alimentos. Son cualidades existentes en el Universo y constituyen Prakriti (la materia elemental de la que se compone el Universo, visible e invisible). La mente por ejemplo, tienes también estas tres cualidades.
- Tamas es aburrimiento, pereza e inercia.
- Rajas es actividad y agitación metal.
- Sattva es claridad, tranquilidad y compasión.
Son también estados en la evolución personal: primero la mente es perezosa, luego se agita y por último encuentra la verdad.
Respecto a la naturaleza del ser humano los Gunas se transforman en Doshas o humores (Vatta, Pitta, Kapha). Desde el punto de vista Ayurveda y del Yoga, lo más importante en una dieta yóguica no es que sea abundante o excesiva sino equilibrada y moderada favoreciendo sobre todo las cualidades sátvicas. Esta dieta yóguica junto con la práctica del Yoga ayuda a la persona a crecer, incrementa su fortaleza y su vitalidad.
La dieta yóguica debe ser siempre fresca, simple, ligera, de no mucha elaboración, de temporada, local, fácilmente digerible y nutritiva. Deben evitarse aquellos alimentos que provienen de la descomposición o putrefacción, que son duros, no están limpios, se han cocinado dos veces, se han mantenido toda la noche. También dependerá de nuestra edad, de esa constitución basada en los Doshas, de la estación del año e incluso condicionada por las influencias planetarias que muestra la Astrología védica.
En la actualidad el ser humano ha producido una gran cantidad de platos y alimentos, muchos de ellos complejos y con la única finalidad de darle satisfacción a su paladar, lo que lleva fundamentalmente por un lado a que la composición de los mismos no sea natural, con aditivos, potenciadores, etc. y por otro a mantener nuestros estómagos y nuestro sistema digestivo trabajando sin cesar al tener que procesar comidas excesivamente complejas, cuando en la dieta yóguica para mantener el equilibrio es muy importante dejar que el estómago descanse.
¿Cuáles son los alimentos sátvicos?
Son los denominados puros, los frescos o recogidos recientemente, ecológicos, de temporada, sin aditivos ni conservantes y preferentemente locales por nuestra adaptación a ellos.
Incluyen:
- Frutas frescas y zumos naturales, recién procesados.
- La mayoría de los vegetales.
- Cereales.
- Nueces y semillas, almendras, sésamo, frutos secos.
- Legumbres (guisantes, lentejas, garbanzos, arroz, etc.)
- Leche y productos lácteos frescos (yogur, queso fresco, etc.) incluyendo la mantequilla-ghee.
- Miel, dátiles frescos.
¿Cuáles son los rajásicos?
Son importantes para nosotros los occidentales ya que nuestra cultura premia el exceso de energía, la sobrexcitación, la ansiedad, la agitación si ayudan y están orientados a la consecución de objetivos. Este tipo de alimentos son todos aquellos que producen estimulación. En pequeñas cantidades no suponen un problema, aunque algunos de ellos en la dieta yóguica deben ser evitados:
- Vegetales picantes.
- Alimentos enlatados.
- Azúcar.
- Huevos ecológicos tipo 0.
- Especias picantes.
- Chocolates.
- Helados.
- Quesos azules y curados
- Café, té y otras bebidas que sean estimulantes.
¿Cuáles son los tamásicos?
Estos alimentos se consideran impuros y son todos aquellos que están pasados, viejos, duros, fermentados, excesivamente procesados o con aditivos y conservantes y aquellos que crean adicción:
- Todas las carnes.
- Todos los pescados.
- Café, té, cola y otras bebidas que sean adictivas.
- Alcohol, incluido vino y cerveza.
- Huevos (resto)
- Tabaco (aunque no sea un alimento, se le considera dentro de este tipo).
- Los alimentos enlatados, encurtidos o salados.
- Cualquiera que tenga mucho tiempo.
- Los congelados, procesados, refrigerados, preservados, cocinados con microondas.
La moderación en el comer es también una actividad sátvica a desarrollar y cultivar en la dieta yóguica, lo cual incluye algunos hábitos como:
- Comer despacio. Masticar y ensalivar bien la comida (en torno a 30 veces por bocado) antes de ingerirla.
- Comer con plena atención dirigida hacia la comida. Significa no TV, no móvil, periódico, etc.
- Disfrutar de los sabores y las texturas. Mantener la atención y la consciencia sobre ellos.
- No comer en exceso. Una dieta yóguica se dice que consiste en tomar alimentos hasta llenar la mitad del estómago, llenar otro cuarto con agua y dejar el último cuarto vacío para la expansión de los gases. En definitiva, quedarse siempre con una cierta sensación de no estar saciado.
- No comer muy a menudo, dejando descansar el estómago.
- No hacer de la comida y el comer algo mecánico, rutinario y sin sentido, convirtiéndote en un glotón que “traga”, más bien al contrario, disfrutar del momento.
En el Siva Samhita se dice: “El Yoga no debe ser practicado inmediatamente después de una comida o cuando se está muy hambriento. Antes de la práctica puede tomarse un poco de leche o mantequilla-ghee”. En la práctica rigurosa e intensa del Yoga, los ayunos totales no son recomendados, sino más bien medios-ayunos, como por ejemplo no ingerir alimentos sólidos a partir de las 12 pm.
Como conclusión básica, la dieta yóguica es el vegetarianismo, sobre todo para los yoguis y aquellas personas que hacen del Yoga su forma de vida.
En cualquier caso, en el camino del Yoga es fundamental aceptar y no juzgar, de ahí que el autentico yogui no trate de imponer ningún hábito alimenticio o juzgar a aquellas personas que no comparten su forma de alimentación sean vegetarianas o no.
No culpa, no actitud de superioridad. Puro disfrute, cada uno tenemos nuestro camino.
El camino que nos asusta es el correcto,
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