«Soy como soy y me acepto»
me llamo David Illán,
mi otro nombre:
Yogacharya Dattaguru Sat Nidhi
soy maestro de Yoga clásico, meditación y terapeuta holístico facilitador de procesos de transformación personal y espiritual
Mi objetivo es acompañarte y ayudarte en el camino
de crecimiento y desarrollo personal y espiritual
Como «maestro» enseño Yoga clásico y meditación Shamatha, Vipassana y Mindfulness. Tengo una experiencia como maestro de aproximadamente 20 años y lo que transmito lo hago desde una perspectiva profunda espiritual y filosófica, no solo para conseguir un mayor bienestar físico y mental, sino también desde la sabiduría de este conocimiento milenario, para entender un poco más de qué va esto de la vida.
Como terapeuta holístico te acompaño en sesiones individuales con tu proceso personal de búsqueda, de aceptación y superación de experiencias y situaciones difíciles en la vida que generan estrés, ansiedad, tristeza… Puedes saber más sobre mi acompañamiento en este enlace. Para ello utilizo estas disciplinas junto a otras técnicas terapéuticas procedentes de la psicoterapia Gestalt y mi experiencia vital.
Mi propuesta es el autoconocimiento y la autoindagación del inconsciente, el desbloqueo corporal y emocional y el desarrollo de tu potencial creativo para que puedas vivir de una forma más plena.
«Conócete a ti mismo»,
esto es para mí la auténtica espiritualidad
Mi experiencia
- Debido a una grave enfermedad, empecé a practicar Yoga en España. Pero fue en Bihar durante los años que viví en India, compaginando mi trabajo como coordinador espiritual de Root Institute for Wisdom Culture en Bodhgaya, donde estudié Yoga clásico con Swami Acharya Gopal según la tradición clásica desde la filosofía de Patañjali y la metodología de Shri Krishnamacharya. De Swami ji aprendí casi todo lo que sé sobre Yoga y recibí su autorización para enseñarlo tal y como lo hizo conmigo. Me formé también con Yogacharya Mani Chaitanya del Sivananda Yoga Vedanta Dhanwantari Ashram en Delhi, Swami Prangyananda Saraswati del Yoga Niketam Ashram en Rishikesh que me instruyó en Yoga Kriya y Yoga Kundalini y con el yogui Gnanananda maharaj del Kriyayoga Dyanatapovan Ashramam en Hyderabad con quien aprendí y practiqué técnicas profundas de respiración del Yoga Kriya. Recibí también enseñanzas personales de filosofía Advaitia Vedanta y Yoga clásico de la maestra y mística Anandmurti Gurumaa en el Rishi Chaitanya Ashram en Haryana.
- En la Library of Tibetan Works & Archives en Dharamsala (India) estudié Filosofía budista.
- En la Magadh University en Bodhgaya (India) el postgrado en estudios budistas. He tenido la inmensa fortuna de recibir enseñanzas e iniciaciones de grandes maestros del budismo tibetano como el Dalai Lama, Karmapa, Tai Situ Rimpoche, Chantrul Rimpoche, los maestros del centro de retiros de Sherabling, Lama Tsering y Rana Lama, Jetsunma Tenzin Palmo y un largo etc., al igual que de la tradición theravada e hinduismo, Shri Anandamurti Gurumaa.
- Fui coordinador espiritual (SPC) en el centro de meditación budista Root Institute for Wisdom Culture en Bodhgaya (India), en el que además de coordinar las enseñanzas budistas que se impartían, daba clases de meditación.
- Estudié también Astrología védica.
- Soy Doctor en Química Inorgánica por la Universidad de Murcia (España) y tengo en mi haber varios másteres.
- Antes del punto de inflexión que me llevó al Yoga y la meditación, trabajé como ejecutivo e investigador científico.
- Actualmente, presido y trabajo en el “Instituto Dharma Vida”
- Me he formado también en psicoterapia Gestalt y en acompañamiento a moribundos, personas que están al final de sus vidas y en duelo de las sobrevivientes.
Una primera etapa
Procedo de una familia humilde de agricultores en la que el vínculo y apego a la tierra es importante. Al principio de mi vida era muy dinámico y activo y ya para mi familia era un poco «patito feo», «raro».
Creo que mi gran curiosidad era una búsqueda inconsciente de prueba, error, hundimiento, volverme a levantar, hasta llevarme a ser ahora consciente de donde me encuentro.
De muy joven me gustaba leer aquellos libros esotéricos de Lobsang Rampa (el tercer ojo, médico en Lhasa, el ermitaño,…).
Siempre me gusta contar, y contigo no voy a ser menos, que en mi juventud hice mis pinitos como actor en obras de teatro clásico, si bien quedé muy impresionado con el trabajo que hice con las obras de Federico García Lorca, un poeta español cuya sensibilidad me marcó profundamente.
Cuando terminé los estudios de Química trabajé como investigador científico en la universidad. Me dedicaba también a ir de casa en casa enseñando Física y Química y así me costeaba mis estudios. Posteriormente, cuando me marché de la universidad y a una edad bastante joven, empecé a trabajar en empresas como químico ejecutivo.
Metamorfosis
Llegó un momento que experimenté un sentimiento que creo me acompañó toda mi vida:
un gran vacío interior, la puerta del despertar
Me sumí en un proceso depresivo y de autodestrucción donde nada tenía sentido. Relaciones familiares, sentimentales, laborales, sociales fallidas. La enfermedad además avanzaba deprisa. Decidí entonces abandonarlo todo y emprendí un camino sin camino, intentando saber quién era, si esto tenía sentido y cuál era mi lugar en la vida.
Empecé a practicar Yoga, asistí a terapias, talleres, fui a la selva amazónica en Perú junto con algunos chamanes y sus plantas sagradas, la Ayahuasca, el tabaco, el Chiric Sanango…, los hongos Psilocybe.
Aprendí meditación con monjes budistas tibetanos, hasta que viajé a India, donde fijé mi residencia. Busqué alguien que me enseñase Yoga y al ver que junto a la meditación y la filosofía budista y advaitia vedanta era lo que me estaba ayudando, me dediqué totalmente a su estudio.
Desde entonces intento vivir de acuerdo a esta sabiduría y conocimiento y
mi única meta es la de ser feliz
Lo que consideré durante mucho tiempo una vida dispersa y con una frase que resonaba una y otra vez en mi cabeza: «sabedor de mucho, maestro de nada», ahora veo y me alegro, me ha llevado a tener una visión amplia de la ciencia, la filosofía occidental y oriental, la psicología y lo más importante, la vida.
Tengo la suerte de conocer a muchas personas maravillosas: grandes yoguis, maestros de Yoga y meditación y maestros espirituales. Recibí un gran regalo: encontré a mi Sat Gurú Shri Shri Anandamayi Ma, de la que soy un gran devoto y quien ilumina mi camino. Los primeros los considero buscadores de la felicidad, el amor y la belleza. Los astrólogos me enseñaron a ver la conexión entre el Universo exterior y nuestro interior. Los grandes maestros espirituales me sostienen con sus palabras y con su ejemplo. Ma, como la llamamos cariñosamente, mi Sat Gurú, me reconforta y sostiene con su gran amor ante las grandes embestidas de los demonios internos que todas y todos tenemos. Swami ji, mi maestro de Yoga, me dejó una tarea:
«Cuando vuelvas a tu país enseña Yoga»
Presente
Recuerdo al gran y desaparecido investigador y psiquiatra Fernando Jiménez del Oso decir que no había ninguna pastilla que recetase a sus pacientes que no hubiese tomado él antes. Yo hago lo mismo, sigo estudiando, practicando y descubriendo técnicas de esta inmensa sabiduría para seguir conociéndome y mantener el rumbo a mi vida y poderlas compartir con las demás personas.
No soy de títulos, bastantes acumulé en mi primera etapa, más bien valoro mucho a las personas que su motivación les lleva de forma autodidacta a estudiar y practicar por sí mismas, estén donde estén, convirtiéndose realmente en auténticas conocedoras del conocimiento. En este sentido, pude haber adquirido bastantes títulos, diplomas y certificaciones en todos aquellos años viviendo en India y de mis frecuentes viajes, pero no lo hice porque para mí lo importante es adquirir el conocimiento necesario para conocerme y aceptarme.
Yo también me considero bastante un autodidacta
Nunca llegué a pensar que iba a terminar enseñando Yoga. Pero la vida me ha puesto delante seguir el consejo de Swami ji.
Y no es de extrañar, pues con el Sol en Leo y en la cúspide de la casa 8, me toca experimentar la transformación personal para aprender en propias carnes y poder ayudar y acompañar a todas aquellas personas que buscan un despertar espiritual, perdonarse y reconciliarse consigo mismas y estar en paz. Para mí no es ni más ni menos que la frase de entrada: «Soy como soy y me acepto».
Suelo firmar los artículos con esta frase, porque para mí es una auténtica lección.
«El camino difícil es siempre el correcto»
Yogacharya David Illán (Dattaguru Sat Nidhi)
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